En la localidad Loma Alta, en Huautla de Jiménez, Oaxaca, se encuentran las fincas El Lodo y El Derrumbe. Estos lugares, envueltos en bosque de niebla y rodeados por una exuberante vegetación y montañas que forman parte de la Sierra Madre del Sur, son los epicentros de producción de la edición Rubén Cervantes.
Rubén Cervantes es un productor indígena mazateco de tercera generación y el alma de este excepcional café. Desde los 18 años, él comenzó a involucrarse en la caficultura, ayudando a su padre en la recolección de cereza y en otras labores del campo. Con el paso del tiempo, descubrió en el café no solo una vocación, sino también una oportunidad para emprender y construir su propio legado.
Junto a su esposa, Rosa Rubio, y sus hijos, Citlali y Cristián, Rubén ha logrado consolidar una operación que va más allá del cultivo del café. En su finca, la diversificación es clave: además de la caficultura, también se dedica a la apicultura, la albañilería y la siembra de diversos alimentos.
Paisajes productivos de Loma
Cervantes vive en un entorno montañoso, a altitudes que varían entre los 1,200 y 1,400 ms.n.m, donde cultiva las variedades tradicionales Typica, Caturra, Bourbon y Mundo Novo. Recientemente está introduciendo Oro Azteca, que tiende a ser más tolerante a la roya.
Las fincas; ambas con una hectárea de superficie, se asemejan a pequeñas junglas, donde los cafetos crecen en un sistema tradicional de producción conocido como rusticano de montaña, en el que se da una mínima intervención en el ecosistema.
Esto ha propiciado que los cafetos convivan con árboles maderables, leguminosas como el cuajinicuil, y frutales como el plátano y los cítricos, los cuales les brindan varias capas de sombra a las plantaciones de café para protegerlas de los climas adversos.
En las fincas también se promueve la siembra de la milpa, un sistema ancestral en el que principalmente se siembra el maíz, el frijol y la calabaza, pero Rubén también tiene cosecha de chile; alimentos que sirven para el autoconsumo de la comunidad.
Rubén, quien durante años se dedicó a la producción de cafés lavados, decidió el año pasado experimentar con el método de procesamiento natural. Esta decisión ha traído múltiples beneficios a su negocio, incluyendo un uso más eficiente del agua, mejores precios y una mayor calidad en los granos. Este año, estamos deleitándonos con las primeras cosechas de sus cafés naturales, y esperamos que tú también te animes a probarlos.
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