¿Un café con esencia de mujer y tinte feminista en las zonas rurales de México? Hace algunos años, esta idea podría parecer utópica. Hoy, es una realidad palpable, que se materializa a través de la fortaleza de mujeres que, unidas, han transformado la producción de café en una manifestación de empoderamiento y resistencia contra el sistema opresivo del patriarcado.
Nuestro ejemplo más cercando lleva el nombre de “Sat Kajpel Antsetik”, que traduce ‘Café con rostro de mujer’ en lengua indígena tsotzil, una cooperativa de productoras indígenas que hacen parte del Colectivo Feminista Mercedes Olivera (COFEMO), en la región de Los Altos de Chiapas.
COFEMO es una organización feminista con más de tres décadas de lucha. Se dedica a cerrar las brechas de género en los municipios más marginados y desiguales de Chiapas. En alianza con otras organizaciones, impulsan el proyecto "Iniciativas con Trabajo de Mujer", del cual nació Sat Kajpel Antsetik en el 2023, enfocado en el cultivo de café. Paralelamente, se están desarrollando otros dos proyectos orientados a la producción de miel y textil.
Ensambles y COFEMO unen fuerzas por el café
En 2023, nuestro equipo, junto al Instituto Bios Terra (IBT), emprendió un viaje hacia las montañas de Los Altos de Chiapas, donde fuimos testigos del inmenso potencial del café que nace en esas tierras. Allí empezamos a tejer alianzas con productores locales, incluyendo la cooperativa de corte feminista, conformada por 58 mujeres tzotsiles.
Este grupo de indígenas, portadoras de la herencia ancestral, reúnen en sus manos la sabiduría de varias generaciones. Sus edades, que abarcan desde los 20 hasta los 60 años, son testimonio de la continuidad de la tradición en comunidades como Chiloljá, San Juan Cancuc, Santiago el Pinar, Canalumtik, Chalchihuitán y Tenejapa.
Día tras día, estas mujeres asumen extenuantes tareas domésticas: encienden el fuego, lavan y cocinan el maíz, lo muelen, preparan las tortillas, el frijol y el café, y luego se dirigen a los cafetales para realizar las labores necesarias y recoger leña. Regresan a sus hogares para calentar la comida, lavar ropa y limpiar antes de dormir.
Este año, la tierra les regaló su segunda cosecha, y nosotros logramos obtener 3 toneladas de ese café procesado en lavado. Sin embargo, algunas mujeres están explorando el método Honey para resaltar la riqueza de su producto.
El café no es su único sustento. También se dedican a las artesanías, mientras que otras apoyan a sus parejas en la producción de miel, con el agravante de que cumplen un papel antagónico en el que se suele invisibilizar su trabajo.
¿A qué se enfrentan?
La cooperativa enfrenta diversos desafíos que afectan la producción de café, especialmente en el ámbito ambiental. Edith Viviana Díaz, líder y coordinadora de la organización, señala que los climas adversos y erráticos de la región han alterado significativamente los ciclos productivos. "Sequías, lluvias y vientos atípicos han complicado el acopio este año", explica.
Además, las plantaciones están amenazadas por enfermedades como la roya, la broca y la antracnosis, a las que este año se sumó la mosca del Mediterráneo. Estos factores, junto con la antigüedad de los cafetos, que no han sido renovados ni podados, han provocado bajos rendimientos. Sin embargo, las productoras confían en que estos volúmenes mejorarán durante el período de transición.
Otro desafío está asociado a la limitada participación de las mujeres en la toma de decisiones y en el acceso a la tierra. A pesar de no ser dueñas de los terrenos que cultivan, muchas de estas mujeres han logrado llegar a acuerdos con los hombres para gestionarlos. La exclusión histórica de las mujeres chiapanecas del derecho a heredar se refleja en un dato alarmante: solo el 27.7% de ellas son propietarias legales de tierras.
NUUP abraza las conexiones
En 2022, tejimos una alianza con Nuup (significa ‘Conexión’ en el idioma maya), una organización sin fines de lucro que se dedica a proveer tecnología, asesorías y crear vínculos estratégicos para impulsar una transformación hacia modelos de producción y comercio agroalimentarios más sostenibles e inclusivos.
Este trabajo colaborativo ha echado raíces en Los Altos de Chiapas, donde la cooperativa Café con rostro de mujer encontró un aliado clave. Nosotros hemos abrazado los procesos, actuando como empresa ancla para conectar a las productoras con los mercados nacionales e internacionales. No solo facilitamos estas conexiones, sino que también ofrecemos precios más justos y superiores a los de plaza, dotando a estas mujeres de una nueva libertad económica y una soberanía financiera.
El rol de NUUP se ha basado en el acompañamiento y en la coinversión junto a nosotros para asegurar la presencia de un equipo técnico que acompaña y orienta a las productoras en los orígenes. Además, se ha implementado la plataforma de digitalización llamada Sirio, un recurso vital para gestionar el conocimiento, empoderar a los productores, y otorgarles mayor control en sus decisiones comerciales.
“Nuestra misión como NUUP es acompañar el proceso para que se fortalezca y para que la cooperativa y COFEMO se apropien de todo el conocimiento y que nunca dependan de nuestro acompañamiento y del financiamiento que actualmente estamos facilitando”, señala Victoria Forastieri, gerente de proyectos de NUUP.
Asimismo, Victoria califica este modelo, que reúne al sector privado, ONG y productores, como todo un éxito, que merece ser replicable en el sector agrario.
¡Este es solo el comienzo de una historia de transformación que ha nacido del poder de la conexión!
Créditos de fotos: Isabel Mateos, COFEMO y Pedro Pablo Gómez
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